viernes, abril 03, 2015

La produccion estatal de medicamentos y cobertura universal de salud



En la Argentina unas 25 millones de personas tienen obra social, 4 millones tienen prepagas, pero 20 millones no tienen cobertura y la misma está garantizada por el Estado a través de los hospitales públicos.
En ellos se responde a la atención y el tratamiento, incluido la administración y el suministro de medicamentos que requiera el paciente en forma gratuita.
Mediante esta cobertura, se contribuye a garantizar que los ciudadanos obtengan los servicios de salud que necesiten sin sufrir por ello problemas económicos graves a la hora de pagarlos o quedar marginados de terapéuticas por dificultades para hacerlo.
 El acceso gratuito a los medicamentos esenciales es vital para lograr la cobertura universal de salud y es uno de los pilares fundamentales de la atención primaria.
El PROZOME, produce medicamentos básicos para abastecer la demanda generada en la Atención Primaria de la Salud en el Sistema Publico provincial de Salud (33 Hospitales y más de 175 CAPS). Tiene capacidad para elaborar 38 especialidades, con un promedio aproximado de 10.500.000 unidades elaboradas por año, que cubren un gran porcentaje de las patologías que afectan a los rionegrinos que concurren a los hospitales y centros de salud.
Si partimos del concepto básico de que la salud es un derecho, dentro de las Políticas de Salud el medicamento deja de ser una mercancía para constituirse en un bien social y, en consecuencia, su accesibilidad por todos los habitantes de nuestro país debe estar garantizada por el Estado.
La producción pública de medicamentos está incluida dentro de las Políticas de Salud de este Ministerio y es un área estratégica del mismo.
Al repasar la historia, las políticas nacionales de los últimos años relacionadas con el abastecimiento de medicamentos a la población, cuando se las materializó, para resolver necesidades sociales se llevaron a cabo, fundamentalmente, a través de la compra de los mismos, no de la producción. Salvo excepciones donde se puede incluir, entre varias provincias, a la nuestra.
A partir de octubre de 2002 hasta la fecha se implementó el Programa Remediar (actualmente denominado Remediar + Redes), y pensado para abastecer a 15 millones de personas sin cobertura social, a través de la nominalización (registro) de los pacientes, especialmente portadores de Enfermedades Crónicas No Transmisibles y distribuidos en los Centros de Atención Primaria dependiente de los Hospitales Públicos.  
Así, el Remediar se pudo implementar en los primeros cuatro años (2002-2006) con fondos provenientes de un préstamo del BID por 140 millones de dólares, más 90 millones de dólares aportados por el Estado nacional.
Desde el punto de vista conceptual el plan Remediar fue importante para resolver la coyuntura de la se vio afectado el país en el año 2001. De esa manera, se cubrió la necesidad de medicamentos de amplias franjas sociales recurriendo a la compra de medicamentos a través de una acción asistencialista rápida y por sus buenos resultados se lo perfeccionó y se lo mantiene.
A esto debe sumarse que la compra de medicamentos a través del Remediar fue un aliciente económico a las empresas farmacéuticas nacionales, que venían con caída de ventas por la crisis de fines de la década de los ’90.
Estas medidas, como era de esperar contaron con el beneplácito de las cámaras empresarias que reúnen a las empresas farmacéuticas, hoy ya estabilizadas por la recuperación del mercado interno, a lo que debe sumarse los alrededor de 700 millones de dólares anuales facturados por exportaciones de medicamentos.
Actualmente, los laboratorio nucleados en la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) y en la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), consideran que el Estado debe intervenir sólo en la regulación de su actividad pero: sin entrar en el terreno de la producción pública, a la que consideran con escasos recursos tecnológicos, o que no reúne las condiciones establecidas por el organismo que regula a nivel nacional, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), entre otros argumentos.
Las políticas públicas en medicamentos que decidan esencialmente en la compra de los mismos, difícilmente pueda ser sustentables debidos a que las mismas no tienen una concepción estratégica.
Fundamentalmente por que las empresas proveedoras locales (como en todo el mundo) no forman sus precios sobre un cálculo de costos, sino que son regidas por “valores de mercado” globalizados, y la industria farmacéutica como es sabido es ferozmente oligopólica o monopólica, en donde la cartelización de los precios es lo habitual.
La ausencia de acompañamiento social del capital farmacéutico se ve reflejado por ejemplo en que los laboratorios privados no producen medicamentos de reconocida acción terapéutica, aunque de escasa rentabilidad, como los denominados “huérfanos”, que se utilizan en el tratamiento de la Enfermedad de Chagas, la hidatidosis o la tuberculosis, por mencionar algunos casos específicos.
Las Disposiciones de la ANMAT Nº 7266/08 y 4932/08, así como el “Programa para la Producción Pública de Medicamentos, Vacunas y Productos Médicos” acometido en base a la Resolución Nº 286/2008 del propio Ministerio de Salud de la Nación, constituyen normativas que permiten irrumpir a los laboratorios públicos, con precios testigo, en el altamente cartelizado mercado Argentino del medicamento. Ellos permiten no caer en una “lógica mercantil”, y evitan al Estado tener que pagar los precios exorbitantes que muchas veces exigen los proveedores privados.
Obviamente, su objetivo no es priorizar la función social, sino obtener la máxima ganancia en el menor tiempo posible. Entonces, optan por otros rubros más redituables, o por la exportación. Nadie esperaría otra cosa por eso el Estado debe optar, y esa es su responsabilidad.
Estas industrias sólo compran materia prima a granel, manufacturan copias y comercializan.
Estas políticas, a largo plazo, son letales tanto para el sector de producción pública como para el privado, porque no se plantean intentar cerrar el círculo que va desde la producción de principios activos hasta el medicamento.
Las Políticas de Salud que se deben encausar para ser una alternativa a la indefinida compra de medicamentos, consiste en la utilización de la capacidad instalada de fabricación existente en el sector público y que se expresa en los laboratorios de Producción Pública de Medicamentos (PPM) que hay en nuestro país.
Se cuenta actualmente en la Argentina con 39 laboratorios de PPM que se localizan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en 12 provincias (Córdoba, San Luís, Buenos Aires, Santa Fe, Formosa, Misiones, La Pampa, Tucumán, Corrientes, Chaco y Mendoza y Río Negro), pertenecientes al Estado nacional, provinciales, municipales y universitarios.
En el año 2007 se formó una Red Nacional de Laboratorios de PPM (RELAP), constituida por alrededor de 25 laboratorios públicos y en donde el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) actuaba como soporte tecnológico en alrededor de 30 rubros como control de calidad, modernización tecnológica, actualización de procesos industriales, control de materias primas y análisis de costos, calibración de equipos, entre  otros.
Desde hace cuatro años en la Facultad de Farmacia de la UBA se ha creado la Red de Laboratorios Públicos (Relap), con más de treinta directores de Unidades de Producción de Medicamentos, el INTI y la División de Programas Especiales de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación.
Aún no se han sumado a todos los laboratorios, pero la ilusión es que la promulgación de la ley motorice la desfragmentación de este complejo productivo y el país pueda tener su propia red nacional de producción estatal de remedios.
Los medicamentos que producen estos laboratorios abarcarían casi el 96 por ciento de todas las enfermedades, son Medicamentos Básicos Esenciales, es decir que no hay problemas de patentes.
Quedan algunos, como los del tratamiento contra el VIH, los antituberculosos, y los oncológicos, pero que con una política racional no tiene por qué ser onerosos y es una futura meta que hay que apuntar como política de producción.
“Estos laboratorios públicos si se articulan con las universidades públicas, en la investigación y desarrollo, podrían generar nuevas moléculas, que en el país no se producen, y producir patentes para el Estado, divisas, sin tener en cuenta el soporte estratégico que eso significa, con científicos trabajando, universidades trabajando en la investigación según las necesidades del país”.
“Desde el año 2002 la hemofilia se trata con el Factor 8 fabricado por el Laboratorio de Hemoderivados de Córdoba,  hoy en día no sólo se autoabastece de Factor 8 al país sino que exporta al Mercosur”.
Otro ejemplo significativo lo aporta el tratamiento quimioterapico, un medicamento que se administra por vía digestiva, de la Hidatidosis, zoonosis parasitaria (enfermedad transmitida por animales al hombre), que es endémica en nuestro país y está presente en casi todas las provincias, con una mayor incidencia en la Patagonia.
El medicamento para tratar esta enfermedad costaba en las farmacias unos 22 pesos el comprimido, con su fabricación en el PROZOME, el Laboratorio PPM que depende el Ministerio de Salud de Río Negro abastece al 100% de los hospitales públicos de la provincia, cubriendo la demanda del Programa Provincial de Hidatidosis a un valor de 0,50 centavos el comprimido y a partir de 2009, abastece a través del Programa Nacional de Hidatidosis del Ministerio de Salud de la Nación (Programa Nacional de Control de Enfermedades Zoonoticas) a todas las provincias Argentinas que lo demanden.
Se producen comprimidos de Praziquantel 100 mg y 500 mg y comprimidos de Albendazol  de 200 mg y  400mg.
Elaboración de lotes de  Albendazol y Prazicuantel desde el año 2009 a Septiembre 2013
Descripción
Lote Nº:
Cantidad elaborada por lote (comprimidos)
Vencimiento
Fecha de entrega
Destino
Albendazol 400mg
582
50000
04/2010
23/04/2009
Rio Negro




21/05/2009
Rio Negro




21/05/2009
Rio Negro




28/05/2009
Rio Negro





Tierra del Fuego





Entre Ríos





Jujuy





Salta





Azul





San Juan





Formosa





Capital Federal
Albendazol 400mg
587
50000
05/2011

Rio Negro
Albendazol 400mg
604
100000
08/2011
27/10/2009
Provincia de Bs As




05/11/2009
San Luis




19/11/2009
Chubut




07/12/2009
Salta




16/12/2009
Rio Negro




14/01/2010
Nación*




25/02/2010
Rio Negro




25/02/2010
Rio Negro




28/05/2010
Rio Negro
Albendazol 400mg
638
69146
10/2012
20/09/2010
Rio Negro
Albendazol 400mg
657
151750
12/2012
22/12/2010
Nación*
Albendazol 400mg
700
300000
02/2014
29/03/2012
Nación*




29/03/2012
Nación*




24/04/2012
Rio Negro




05/06/2012
Rio Negro




15/03/2013
Rio Negro




15/03/2013
Rio Negro
Albendazol 400mg
729
187000
04/2015
23/05/2013
Salta*
Total Albendazol

907896









Praziquantel 100 mg
722
100000
08/2011

Rio Negro
Prazicuantel 500 mg
723
11000
09/2014

Rio Negro
Praziquantel 100 mg
755
200000
08/2015

Rio Negro
Prazicuantel 500 mg
756
17000
08/2015

Rio Negro
Total Praziquantel

328000



* Venta a Programa Nacional de Hidatidosis del Ministerio de Salud de la Nación (programa nacional de control de enfermedades zoonoticas)

Hay que valorar como ejemplo a seguir en políticas de fabricación de medicamentos realizadas por la provincia de Santa Fe, en donde ha habido una clara visión estratégica acerca del tema, y en donde la PPM reviste las características de una política de Estado a nivel provincial apoyadas esencialmente, en dos laboratorios: el LIF (Laboratorios de Industria Farmacéutica, de la ciudad de Santa Fe), y el LEM (Laboratorios de Especialidades Medicinales, de la ciudad de Rosario) que, juntos, abastecen del 94 % de las necesidades de medicamentos para atención primaria de la salud y producen el 66 % del consumo total de la provincia.

Frente a la necesidad social del acceso a los medicamentos, hay dos alternativas:
1)       Abastecer de medicamentos a hospitales, centros de salud, etc., a través de la compra.
2)       Abastecerse recurriendo a los laboratorios de Producción Pública de Medicamentos.
Las consecuencias de priorizar la compra en nuestra provincia son:
-          No utilizar la capacidad instalada existente.
-          No hacer desarrollos nacionales ni regionales. Seguir en la dependencia interna o externa.
-          No tener un instrumento para establecer precios testigo sobre la base de costos.
-          No hacer investigación ni desarrollos.
-          Abastecerse a través de la PPM implica:
-          Utilizar la capacidad instalada de los 39 laboratorios de PPM que hay en el país y
del INTI como soporte tecnológico.
-          Resolver el problema de los medicamentos “huérfanos”.
-          Utilizar el conocimiento para hacer investigación y desarrollo a través de convenios con universidades y organismos de ciencia y tecnología.
-          Hacer estudios de biodisponibilidad, bioequivalencia, farmacovigilancia.
-          Centralizar las compras para obtener mejores precios en insumos y coordinación en la
Producción nacional sin que los laboratorios dejen de atender necesidades regionales.
-          Generar un instrumento formidable (la PPM) para la negociación y para establecer
“precios testigo” sobre la base de estructura de costos y no de “mercado”.