Consejo Central de Sanidad – Victoria (Australia) 19 de mayo 1885.
CIRCULAR
La cuestión del agua impura ha sido últimamente, en más de una ocasión, cuidadosamente considerada por este Consejo, y se cree que una gran cantidad de la que se usa diariamente no es apta para consumo, a no ser que se tomen ciertas precauciones.
Se sabe que la enfermedad hidatídica aumenta en Victoria anualmente y se pierden apreciables vidas por falta de conocimiento y cuidado. Dice el diccionario de medicina de Quair que es Islandia, que es la parte del mundo más atacada por la enfermedad hidatídica, que el 28 por ciento de los perros están enfermos y un sexto de la defunciones anuales es producido por la hidátide, y agrega que es Victoria probablemente ocupa el segundo lugar como país productor de esta afección.
El Consejo Central desea demostrar que al beber agua de fuentes naturales y comer verduras que están en contacto con los perros, todas las personas, en especial los niños, corren gran riesgo de tomar la enfermedad hidatídica con todos sus peligros.
El Consejo recomienda estrictamente que tales aguas sean antes hervidas. Las personas que viven en el campo y los viajeros, no deben beber el agua de lagunas o pantanos sin tomar precaución y en todos los casos que el agua de uso doméstico esté al alcance de los perros, a estos no se los debe bañar en los bebederos, ni que beban agua que a de usar el hombre, la oveja, ganado vacuno y los cerdos.
Es muy importante recordar que el agua más cristalina puede contener numerosos gérmenes de hidátides, de ahí la importancia de hervir el agua cuando hay alguna duda.
Es conveniente enterrar o echar agua hirviendo sobre los excrementos de los perros, siendo además purificar continuamente la tierra alrededor de las perreras con agua hirviendo. No se los deb alimentar con residuos de mataderos.
Se debe obligar a cumplir estrictamente las leyes contra los perros no registrados. Es necesarios también, saber que la enfermedad hidatídica la puede tomar el hombre comiendo ensaladas impuras o verduras crudas, por lo cual debe se debe lavarlas y limpiarlas bien antes de comerlas; no se debe tomar berros de los desaguaderos. Además es conveniente saber que hay riesgos de contraer la enfermedad permitiendo que los perros laman las manos o la cara de adultos o niños, como también los platos y las fuentes. En éste como en otros muchos casos “la limpieza es una de las medidas más importantes para precaverse del parásito”.
Como se ve en esta Circular se enumeran con claridad los factores de riesgo que gobiernan la epidemiología de la hidatidosis.
Otro concepto fundamental fue emitido por Debe (1872-1951) quién decía que la infección en la personas se adquiere en los primeros años de vida, de es “la enfermedad de las manos y las rodillas en el suelo, los pantalones cortos y de los juegos con perros”. Seguramente esta máxima surgió de la observación que los niños por sus hábitos, actúan de manera parecida a los herbívoros que aproximan su boca al suelo y en última instancia a la oncósferas, en cambio los adultos transcurren su vida de relación erguidos y con hábitos que no hacen tan propicia la relación de los huevos con la vía oral (Gram. 1901).
Material aportado por al Dr. Eduardo Guarnera (Jefe de Servicio de Parasitología del Instituto Malbrán - Buenos Aires)
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